PIAM recibe premio “Aportes a la Calidad de Vida” en el 2016.

 

Este homenaje lo otorga la Defensoría desde 1995 en conjunto con las universidades estatales y el Consejo Nacional de Rectores (CONARE), con el propósito de incentivar a las instituciones que se desempeñan de forma sostenible y con acciones que contribuyan a la calidad de vida de la sociedad costarricense.

“Para nosotros la calidad de vida se traduce en el reconocer la educación como un derecho fundamental que no caduca con la edad. Significa romper con esos imaginarios negativos que existen alrededor de las personas mayores, que lamentablemente les dice a ellos que ya no se puede” dijo la MSc. Marisol Rapso, coordinadora del PIAM, durante su discurso de aceptación.

Cada año la Defensoría recibe las candidaturas y las valora a partir de aspectos económicos, socioculturales, ambientales y de productividad. Este año el comité organizador reportó 22 postulaciones en 4 categorías diferentes: persona física, ONGs, entidad privada y entidad pública.

“Este reconocimiento viene a legitimar la labor que desde 1986, es decir hace 30 años, la Universidad de Costa Rica mediada por el PIAM, ha venido realizando”, mencionó la MSc. Marisol Rapso.

El PIAM es un programa institucional vinculado a la Vicerrectoría de Acción Social, que ofrece oportunidades educativas a las personas mayores de 50 años de edad en cursos regulares y específicos de la UCR; asimismo realiza investigaciones y proyectos de acción social relacionados con los temas de vejez y envejecimiento.

Este programa cuenta con 98 facilitadores que ayudan que planean las estrategias metodológicas y acompañan procesos educativos para la población adulta mayor de lo más de 200 cursos semestrales. Además, 85 de los 98 facilitadores son voluntarios no remunerados y 13 llevan más de 15 años impartiendo cursos.

El PIAM trabaja junto a sus facilitadores a partir de módulos: tecnologías, idiomas, artesanías y manualidades, movimiento humano, estilo de vida saludable, conocimientos generales y arte y cultura. También se trabaja con cursos regulares de la universidad, que el estudiante puede solicitar o que los profesores ofrecen, en los cuales pueden tener una experiencia intergeneracional.

“Es importante señalar que los módulos existen, primeramente por organización, pero también en respuesta a las necesidades que los mismos facilitadores identifican o que los alumnos se acercan a solicitar” explicó María José Víquez, coordinadora del área de educación del PIAM.

La relevancia un programa institucional como el PIAM aumenta en medio del cambio demográfico en Costa Rica: el descenso en la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Esto apunta a que durante los próximos años la población adulta mayor va a crecer y por lo tanto la demanda de programas de atención para esta población.

Las funcionarias del PIAM recibieron el premio con gran alegría por el reconocimiento a la labor realizada.